Contradicciones I. Historias de un Modelo Nac&Pop

Todo el mundo tiene contradicciones, por supuesto, si de ellas nos nutrimos, gracias a ellas crecemos y nos realizamos. Pero para crecer hay que superarlas, lo que no quiere decir meterlas en una bolsa (llamada subjetividad) y dejar que solitas arreglen sus diferencias mientras nosotros tomamos mate. No, claro, habría peligro esquizofrénico.
En la política pasa algo similar, sólo que a la bolsa la llaman Construcción y el peligro es Aristotélico… Aristotélico-Ptolemaico. Muchas veces, con el afán de construir poder, se recurre a dar cobijo a una multiplicidad de sectores objetivamente irreconciliables bajo la sabia luz de la Razón. Para poder manejar una diversidad tan grande de intereses se requiere, más que manejo, de una conducción profesional del asunto a través del discurso y una amplia gama de intelectuales que se rompan el cerebro intentando explicar las incongruencias con la práctica, justificando el sistema imperante. Pasa que, como aquél sistema de antaño, las idas y venidas en las aclaraciones terminan por oscurecer aún más el asunto.
Nuestro actual Gobierno Nacional y Popular es una clara muestra de esa construcción Aristotélica-Ptolemaica. En su pretensión de “multiplicar”, ya que “es la tarea”, se ha sumado al barco del modelo económico a una serie de sectores político-económico cuanto menos contradictorios que vuelven imposible la explicación fehaciente del sistema (al menos sin perder el mote de Popular)
Personajes, intereses, medidas, van así danzando el mismo baile Nacional y Popular enmarañados en una bolsa de gatos confusa y contradictoria. Por eso es que este Wing Izquierdo se ha propuesto ensayar, humildemente, un intento de desenmarañamiento, llamando las cosas por su nombre, y de la única forma que puede hacerlo: corriendo por izquierda.