Binner juega de 8 aunque lleve la 10 en la espalda

Hoy, finalmente, pudimos comprobar que Binner juega de 8. Un carrilero por derecha sin demasiada proyección (no sea cosa de descuidar la marca), un jugador de mediocampo que se mueve desde el centro a la derecha y de la derecha al centro, por más 10 que lleve en la espalda. Dice ser zurdo, dice pegarle como Diego Armando. Pero la acaricia, a decir verdad, como Diego Armando... Barrado.
Hoy, mostró una vez más, el número 8 que tiene tatuado bajo el 10 que luce en su camiseta. Hoy, el carismático enganche ficticio que tiene nuestra selección electoral, nos reveló su receta para sortear la inflación y el mar de fondo que nos llega desde el exterior. En diálogo con DyN dijo que deberemos transitar un "tiempo donde los empresarios ganarán menos y los trabajadores no pedirán demandas de crecimiento salarial, y tratemos de pasar este momento." Congelar salarios y que empresarios recorten ganancias, o que los empresarios ganen menos (pero ganen) y los trabajadores carguen con el costo de la crisis. Ya que los salarios se deben depreciar, según nuestro líder de selección, todo lo que la inflación diga, ya sea 5, 10, 15 ó 20%. Un zurdazo al ángulo.
Pero nuestro carrilero ya no sorprende con su progresismo de nuevo siglo. Podemos recordar aquella jugada que hizo por el 2008, en medio del conflicto Gobierno-Campo por la resolución 125 sobre las retenciones a la exportación de soja. Por entonces, el gobernador de Santa Fe se declaró a favor del campo y los intereses sojeros. Por esos días, cuándo la olla aún estaba hirviendo, en los primeros días del mes de junio, el 8 de la selección consideró necesario "generar una mayor rentabilidad para el campo a través de disminuir las retenciones, es una vía que nosotros consideramos legítima" y luego le pidió a la presidenta "un gesto de grandeza que permita remover los obstáculos que desencadenaron esta situación" de conflicto entre el Gobierno y el agro. El gobernador insistía con que "debe escucharse al campo, entender el concepto de ruralidad, porque allí esta la base de nuestro crecimiento y desarrollo y es lo que permitirá alumbrar nuevas esperanzas y una mejor calidad de vida para los argentinos". Progresismo puro de un gobernador sojero de una provincia que, además, exporta sus productos a través de puertos privados. Es el progresismo privatista.
Pero la historia de nuestro héroe equilibrado del mediocampo no se termina ahí, sino que, por si algo le faltaba al progresismo del FAP (Frente Amplio Progresista) es la negativa a legalizar el aborto. Al respecto Binner dice tener "...una visión sobre el tema de médico: prefiero la vida y no la muerte." Según su perspectiva, la solución a los embarazos no deseados pasa por la educación, hasta "...agotaría la posibilidad de una madre soltera: que si lo quiere tener, el Estado la acompañe." Pero del derecho de la mujer a elegir sobre su cuerpo, nada. Hermes, es ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir!
Por último, a modo de yapa, una mentira (suya, por supuesto). El candidato a presidente del FAP nos dice en sus spots de campaña que en su provincia se les paga el 82% móvil a los docentes jubilados. Mentira. Binner no puede jugar de ese lado de la cancha, no tan contra la línea de la banda izquierda.
En Santa Fe se paga, a lo sumo, el 72% del salario en actividad. Esto se debe a que una parte del salario docente es pago por una caja nacional, que no es tomada en cuenta para calcular la jubilación. Pero para eso un docente tiene que trabajar 10 (diez) años más después de los necesarios para cualquier jubilación. Si un docente se jubila después de los 25 años de trabajo, recibe una jubilación del 62% del salario en actividad. Para cobrar el 72% tienen que trabajar 35 años.
Por lo visto, lo único progresista que tiene Hermes Binner es el nombre del partido y del frente que lo contiene. Este Wing, Hermes, a vos también te corre por izquierda.